Identifican al sospechoso de disparar contra dos guardias nacionales cerca de la Casa Blanca

Publicado: 27 nov 2025, 09:20 GMT-5|Actualizado: hace 7 horas

WASHINGTON, D. C. (AP) — Un ciudadano afgano ha sido acusado de disparar a dos miembros de la Guardia Nacional de Virginia Occidental a solo unas cuadras de la Casa Blanca, en un acto de violencia flagrante en un momento en que la presencia de tropas en la capital de la nación y otras ciudades del país se ha convertido en un punto de conflicto político.

El director del FBI, Kash Patel, y la alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, dijeron que los miembros de la guardia fueron hospitalizados en estado crítico después del tiroteo del miércoles por la tarde. El gobernador de Virginia Occidental, Patrick Morrisey, había retractado su declaración del miércoles en la que anunciaba que los soldados habían muerto, diciendo que recibió “reportes contradictorios” sobre su estado.

Calles bloqueadas luego de que dos guardias nacionales resultaran baleados cerca de la Csa Blanca en Washington, D.C., el miércoles 26 de noviembre de 2025. (AP Foto/Anthony Peltier)(Anthony Peltier | AP)

El inusual tiroteo de miembros de la Guardia Nacional en suelo estadounidense, el día antes de Acción de Gracias, se produce en medio de batallas judiciales y un debate más amplio sobre la política pública respecto al uso de las fuerzas armadas por parte del gobierno de Donald Trump para combatir lo que las autoridades describen como un problema de delincuencia fuera de control.

El gobierno de Trump ordenó rápidamente desplegar 500 miembros más de la Guardia Nacional en Washington.

El sospechoso, quien fue puesto bajo custodia, también resultó herido de bala y tenía heridas que no se creía que pusieran en riesgo su vida, según un miembro de las fuerzas de seguridad que no estaba autorizado para discutir el asunto públicamente y habló con AP bajo condición de anonimato.

El sospechoso de 29 años, un ciudadano afgano, ingresó a Estados Unidos en 2021 a través de la Operación Bienvenidos Aliados, un programa del gobierno de Joe Biden que evacuó y reasentó a decenas de miles de afganos tras la retirada de Estados Unidos del país, dijeron los funcionarios.

La iniciativa llevó aproximadamente a 76,000 personas a Estados Unidos, muchas de las cuales habían trabajado junto a las tropas y diplomáticos estadounidenses como intérpretes y traductores. Desde entonces, el programa ha enfrentado un intenso escrutinio por parte de Trump y sus aliados, republicanos del Congreso y algunos organismos de control del gobierno debido a las lagunas en el proceso de verificación y la rapidez de las admisiones, incluso cuando los defensores dicen que ofreció un salvavidas a personas en riesgo de represalias de los talibanes.

El sospechoso, que ha estado viviendo en el estado de Washington, ha sido identificado por funcionarios de la ley como Rahmanullah Lakanwal, pero las autoridades aún estaban trabajando para confirmar completamente su historial, dijeron dos funcionarios de la ley y una persona familiarizada con el asunto. Las personas no pudieron discutir detalles de una investigación en curso y hablaron con The Associated Press bajo condición de anonimato.

Antes de que llegara a Estados Unidos en 2021, el sospechoso trabajó con el gobierno estadounidense, incluyendo la CIA, “como miembro de una fuerza conjunta en Kandahar (Afganistán)”, dijo en un comunicado el director de la agencia de inteligencia, John Ratcliffe. No especificó qué tipo de trabajo realizaba Lakamal, pero agregó que la relación de trabajo “terminó pronto luego de la caótica evacuación” de funcionarios estadounidenses de Afganistán.

Lakanwal llegó a Bellingham, Washington, a unas 79 millas (127 kilómetros) al norte de Seattle, con su esposa y cinco hijos, dijo su exarrendadora Kristina Widman.

El miércoles por la noche, en un mensaje en video publicado en las redes sociales, el presidente Donald Trump pidió que todos los refugiados afganos que ingresaron durante el gobierno de Biden fueran investigados de nuevo.

“Si no pueden amar a nuestro país, no los queremos”, dijo, agregando que el tiroteo fue “un crimen contra toda nuestra nación”.

Jeffery Carroll, jefe asistente ejecutivo de la policía de D.C., dijo que los investigadores no tenían información sobre un motivo. Dijo que el agresor “dobló la esquina” y comenzó a disparar inmediatamente a las tropas, citando un video revisado por los investigadores.

“Este fue un tiroteo dirigido”, dijo Bowser.

Las tropas retuvieron al tirador

El tiroteo ocurrió aproximadamente dos cuadras al noroeste de la Casa Blanca cerca de una estación de metro. Al escuchar los disparos, otros soldados en el área corrieron y detuvieron al pistolero después de que fue herido de bala, dijo Carroll.

“Al parecer, se trata de un pistolero solitario que levantó un arma de fuego y emboscó a estos miembros de la Guardia Nacional”, dijo Carroll, agregando que no estaba claro si uno de los miembros de la guardia o un policía disparó al sospechoso.

“En este momento no tenemos otros sospechosos”, dijo Carroll en una conferencia de prensa.

Al menos uno de los miembros de la guardia intercambió disparos con el tirador, dijo otro funcionario de la ley que no estaba autorizado para discutir el asunto públicamente y habló bajo condición de anonimato.

Un video en redes sociales compartido inmediatamente después mostró a los rescatistas realizando respiración cardiopulmonr (RCP) a uno de los soldados y atendiendo al otro en una acera cubierta de vidrios rotos.

Los testigos vieron a gente huyendo

Michael Ryan estaba justo al otro lado de la calle cuando escuchó fuertes detonaciones y comenzó a correr con otras personas. Cuando regresó más tarde, le dijo a AP que vio a una persona inmovilizada en el suelo mientras la gente gritaba “quédate en el suelo”, y, cerca, tropas de la Guardia Nacional se abrazaban entre sí.

“Es simplemente una situación terrible de ver”, dijo Ryan.

Emma McDonald, quien salió de una estación de metro justo después de los disparos, dijo que ella y un amigo buscaron refugio con otros en una cafetería. McDonald le dijo a AP que minutos después vio a los socorristas llevando una camilla con un miembro de la Guardia Nacional cuya cabeza estaba cubierta de sangre.

La escena estaba acordonada con cinta policial, y las luces de los vehículos de bomberos y policía parpadeaban mientras las hélices de los helicópteros retumbaban sobre sus cabezas. Había agentes del Servicio Secreto y de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos, y las tropas de la Guardia Nacional montaban guardia cerca. Al menos un helicóptero aterrizó en el National Mall.

“Creo que es un recordatorio sombrío de que los soldados, ya sean de servicio activo, de reserva o de la Guardia Nacional, nuestros soldados son la espada y el escudo de los Estados Unidos de América”, dijo el vicepresidente JD Vance en Fort Campbell, Kentucky, donde ofreció un mensaje de Acción de Gracias a las tropas.

El general Steven Nordhaus, jefe de la Oficina de la Guardia Nacional, canceló sus planes de pasar el feriado con las tropas en la Bahía de Guantánamo para viajar a D.C. y estar con los miembros de la guardia allí.

El secretario del Ejército, Dan Driscoll, dijo en redes sociales que visitó a los miembros heridos de la Guardia Nacional en el hospital y que “se me rompe el corazón por ellos”.

Tropas desplegadas en D.C. bajo orden de emergencia

Trump emitió una orden de emergencia en agosto que federalizó la fuerza policial local y envió tropas de la Guardia Nacional de ocho estados y el Distrito de Columbia. La orden expiró un mes después, pero las tropas permanecieron.

Actualmente, casi 2,200 efectivos están asignados a la fuerza de tarea conjunta que opera en la ciudad, según la última actualización del gobierno.

La semana pasada, un juez federal ordenó el fin del despliegue, pero también suspendió su orden por 21 días para permitir que el gobierno retire las tropas o apele.

Los miembros de la guardia han patrullado vecindarios, estaciones de tren y otros lugares, han participado en controles de carreteras y han sido desplegados para recoger basura y vigilar eventos deportivos.

Más de 300 miembros de la Guardia Nacional de Virginia Occidental fueron desplegados en agosto. Aproximadamente 160 de ellos se ofrecieron como voluntarios la semana pasada para extender su despliegue hasta fin de año, mientras que los demás regresaron a casa hace poco más de una semana.