Lunes negro 2024: ¿Por qué cayeron los mercados mundiales?

Una pantalla sobre el piso de operaciones de la Bolsa de Valores de Nueva York muestra el número de cierre del promedio industrial Dow Jones, el lunes 5 de agosto de 2024.(Richard Drew | AP)
Publicado: 5 ago 2024, 19:46 GMT-4

(Telemundo Atlanta) - Este lunes, 05 de agosto, ha sido catalogado como un “lunes negro” o “Black Monday” debido a una importante caída en los mercados internacionales.

Este fenómeno recordó el colapso de 1987, lo que generó gran preocupación se extendió rápidamente a Wall Street, donde se registraron pérdidas significativas. Pero, ¿qué pasó?

Según Associated Press, el índice S&P 500 cayó un 3%, marcando su peor día en casi dos años, mientras que el Promedio Industrial Dow Jones disminuyó 1,033 puntos, o un 2.6%, y el Nasdaq Composite sufrió una caída del 3.4%. Las empresas tecnológicas, incluidas Apple y Nvidia, que anteriormente habían sido las estrellas del mercado, experimentaron una notable contracción.

Este declive fue el más reciente de una serie de ventas globales que comenzaron la semana anterior. El índice Nikkei 225 de Japón contribuyó significativamente al desplome al caer un 12.4% el lunes, su peor día desde el desplome del Lunes Negro de 1987.

Fue la primera oportunidad para que los operadores en Tokio reaccionaran al informe del viernes pasado, que reveló una desaceleración en las contrataciones en Estados Unidos, mucho más pronunciada de lo esperado por los economistas.

Este dato avivó el temor de que la Reserva Federal de Estados Unidos había aplicado una política monetaria demasiado restrictiva durante demasiado tiempo, con el objetivo de frenar la inflación.

Caída de la bolsa 2024: ¿Por qué “colapsaron” los mercados mundiales?

Aunque algunos inversores profesionales señalaron que ciertos factores técnicos podrían haber amplificado las caídas del mercado, las pérdidas fueron igualmente devastadoras. El índice Kospi de Corea del Sur cayó un 8.8%, y el valor del bitcoin descendió por debajo de los $54,000 desde más de $61,000 el viernes anterior. Incluso el oro, tradicionalmente considerado un refugio seguro en tiempos de incertidumbre, cayó alrededor de un 1%.

Los operadores comenzaron a especular si la situación era tan grave que la Reserva Federal tendría que recortar las tasas de interés en una reunión de emergencia antes de su próxima decisión programada para el 18 de septiembre. El rendimiento del bono del Tesoro a dos años, que refleja las expectativas sobre la política de la Fed, cayó brevemente por debajo del 3.70% durante la mañana, desde el 3.88% del viernes anterior y el 5% en abril, aunque luego se recuperó y cerró en 3.89%.

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A pesar de la posibilidad de que la Reserva Federal pudiera intervenir, algunos expertos, como Brian Jacobsen de Annex Wealth Management, consideraron que un recorte de tasas entre reuniones parecía improbable, ya que tales medidas suelen reservarse para emergencias como la crisis del COVID-19, y una tasa de desempleo del 4.3% no calificaba como una emergencia.

La economía estadounidense sigue creciendo y el mercado de valores había registrado un desempeño saludable durante el año, aunque una recesión no se puede descartar por completo. La Reserva Federal ha estado navegando una delicada línea desde que comenzó a subir las tasas de interés en marzo de 2022: ser demasiado agresiva podría asfixiar la economía, mientras que ser demasiado laxa podría alimentar la inflación.

David Mericle, economista de Goldman Sachs, aumentó la probabilidad de una recesión en los próximos 12 meses al 25%, frente al 15% anterior, tras el informe de empleo del viernes, aunque señaló que los datos generales aún eran positivos y no se preveían grandes desequilibrios financieros.

Parte de las recientes caídas en Wall Street podrían atribuirse a una corrección en un mercado de valores que había alcanzado numerosos máximos históricos este año, en parte debido al entusiasmo en torno a la tecnología de inteligencia artificial. Críticos habían advertido que el mercado parecía sobrevalorado, con precios subiendo más rápido que las ganancias corporativas.

Además, el Banco de Japón decidió la semana pasada elevar su principal tasa de interés desde casi cero, lo que fortalece el yen japonés y podría forzar a los operadores a liquidar inversiones realizadas con dinero prácticamente gratuito en Japón para invertir en otros mercados.

El rendimiento de los bonos del Tesoro también mostró signos de recuperación después de que un informe revelara que el crecimiento en el sector de servicios de EE.UU. fue ligeramente más fuerte de lo esperado. Sin embargo, las acciones de empresas con beneficios más vinculados a la fortaleza económica sufrieron grandes pérdidas debido a los temores de una desaceleración.

Para empeorar las cosas para Wall Street, las acciones de grandes tecnológicas continuaron desplomándose. Apple cayó un 4.8% después de que Berkshire Hathaway de Warren Buffett redujera su participación en la compañía. Nvidia, un símbolo del auge de la inteligencia artificial en Wall Street, cayó un 6.4% tras un informe que indicaba retrasos en su nuevo chip de IA.

Las preocupaciones más allá de las ganancias corporativas, las tasas de interés y la economía también están afectando al mercado. La guerra entre Israel y Hamás y las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos trajeron consigo aún más incertidumbre.

Así pues, las fluctuaciones en los precios de las acciones podrían influir en las elecciones, complicando aún más el panorama económico y político.